Los geckos leopardo son muy conocidos dentro del mundo de los reptiles gracias a las distintas fases o morphs con las que se consiguen ejemplares de llamativos colores y patrones únicos. En este post vamos a conocer una fase preciada para algunas personas, pero que esconde un problema muy grave para la vida del gecko. Esta fase es conocida como Lemon Frost.
La Fase Lemon Frost
La fase Lemon Frost surgió sobre el año 2015 como resultado de una mutación genética espontánea y mediante la cría selectiva. Esta morfología se caracteriza por un cuerpo de color blanco brillante con áreas de amarillo y naranja intensos y vivos, lo que lo hace muy atractivo para algunos aficionados.
La cabeza de un gecko leopardo Lemon Frost presenta un patrón de manchas verdes, amarillas y negras. Con la edad, estas manchas se intensifican, y en algunos casos, especialmente en la forma «super», la cabeza puede parecer deformada.
El cuerpo comienza con una coloración amarilla y negra, desarrollando más manchas con el tiempo. Lamentablemente, también es común que aparezcan tumores a medida que el gecko envejece.
La cola suele ser oscura con patrones claros, ganando manchas adicionales con el paso de los años, al igual que el resto del cuerpo. (información extraída de morphmarket)
Sin embargo, desde el comienzo, los criadores se dieron cuenta de algo inusual. Muchos geckos con esta fase desarrollaban lesiones cutáneas parecidas a tumores.
El caso es que la fase Lemon Frost es un rasgo codominante, lo que significa que los ejemplares con una sola copia del gen muestran parcialmente la característica, mientras que aquellos con dos copias la presentan de manera más intensa. La proliferación incontrolada de iridóforos puede provocar iridoforoma, unos tumores malignos que afectan estas células productoras de pigmentos reflejantes.
La Ciencia Detrás del Problema
Para entender por qué los geckos Lemon Frost son propensos a desarrollar tumores, es fundamental conocer cómo se generan los colores en la piel de los reptiles. Los cromatóforos son células especializadas responsables de la coloración que las podemos dividir en:
- Melanóforos: producen pigmento negro-marrón.
- Xantóforos y Eritróforos: generan pigmentos amarillos y rojos.
- Iridóforos: reflejan la luz, para ello crean colores blancos, azules y plateados.
En los geckos Lemon Frost, la mutación genética que intensifica la cantidad de iridóforos también parece causar su proliferación descontrolada, que como comentábamos, es lo que deriva en iridoforomas malignos. Estas células se comportan como cáncer de piel, formando lesiones que pueden cubrir grandes áreas del cuerpo del animal y generando otros tumores cancerígenos que le provocan la muerte (los ejemplares normalmente no viven más de 2 años y muchos no llegan al año de vida).
Estudio de Caso: Métodos y Resultados
Toda esto que comentamos fue comprobado gracias a un estudio en el que se analizó tres geckos leopardo Lemon Frost afectados por tumores de piel. Los procedimientos realizados incluyeron:
- Radiografías para evaluar posibles metástasis y anomalías internas del animal así como ecografías para examinar órganos internos como el hígado, bazo, riñones y vesícula biliar y comprobar posibles daños
- En las radiografías no se detectaron signos de metástasis ni anomalías internas en los órganos mediante las ecografías.
- También se tomaron muestras de las lesiones con márgenes de piel sana.
- En este caso las biopsias revelaron la presencia de iridóforos malignos en la dermis e hipodermis. Las células presentaban características atípicas, como núcleos de form airregular, acumulaciones cristalinas anisotrópicas y patrones de crecimiento desordenado. En el caso de los márgenes de piel sana no se encontraron presencia de células tumorales.
Aunque la cirugía permitió eliminar los tumores visibles, los geckos volvieron a desarrollar nuevas lesiones en otras áreas del cuerpo con el tiempo. Esto nos da a entender que la cirugía es solo una medida temporal y no evita que surjan más tumores, lo que confirma una predisposición genética irreversible.
Ética en la crianza de esta fase
El hecho de que los geckos Lemon Frost tengan una alta probabilidad de desarrollar tumores plantea un dilema ético para los criadores. A pesar de ser visualmente atractivos, con sus colores vivos, su cría implica sufrimiento y problemas de salud prácticamente garantizados para estos animales.
En mi opinión criar estos geckos (como con la fase Enigma) es poco ético. Criar estos geckos sabiendo que aumenta muchísimo la probabilidad de que desarrollarán tumores, que suelen manifestarse con menos de 1 año de edad, podría llegar a considerarse una forma de maltrato animal.
Actualmente no hay ninguna regulación específica que prohíba la cría de estas fases con defectos genéticos conocidos. Pero el principal problema que le veo es que muchos compradores no son conscientes de los riesgos y adquieren geckos Lemon Frost sin saber todo esto o de criadores que se lo callan y no informan de los riesgos de estas fases. Especialmente esto le puede pasar a alguien que se acaba de iniciar en el mundo de los geckos leopardo y adquiere este animal sin saber nada y el criador se libra del «muerto».
Así que en resumen, la fase Lemon Frost es un claro ejemplo de cómo la cría selectiva sin límites éticos puede llevar a problemas graves de bienestar animal. Si bien puede parecer una fase muy llamativa y curiosa, los riesgos asociados son demasiado altos. Los criadores responsables deben priorizar la salud de los animales y abstenerse de fomentar la cría de esta fase hasta que se comprenda mejor su causa genética.
Quiero volver a recalcar esto. Hay que pensar siempre por el bienestar del animal.